Sobre el cómo llegué a donde estoy.
In illo tempore, cursaba la carrera de Derecho, y mi gran sueño era ser un abogado de prestigio. Con despacho recubierto de madera, estanterías eternas repletas de libros jurídicos y todo el asunto. Vamos, el cliché. Luego, al salir de la carrera, llegaron las decepciones, y surgió la imperiosa necesidad de procurarse los alimentos a través de otro empleo. Después, llegó la afamada pandemia... Sí, esa sobre la que se volcaron ríos de tinta, y por la cual dieron su vida toneladas de árboles y se compraron decenas de cientos de espacios en servidores de páginas, con el fin de escribir toda una ciencia sobre el COVID 19, que fue degenerando en algo así como el horóscopo de los racionalistas. Aproveché el encierro para hacer tres cosas: Atender a mi esposa embarazada, dedicarme a restaurar muebles de la casa, y continuar con mi hábito de leer compulsivamente, sólo que en lugar de lecturas jurídicas, me entregué a la Historia. Así, llegué a la conclusión de que el Derecho n...